Si el camino de la vida se bifurca, ¿cómo decidir cuál tomar?

Si el camino de la vida se bifurca, ¿cómo decidir cuál tomar? ¿Qué es esta encrucijada que aparece repentinamente?

Si el camino de la vida se bifurca, ¿cómo decidir cuál tomar? ¿Qué es esta encrucijada que aparece repentinamente?

Eso se pregunta Shinoda Bolen cuando recurre a Hécate. Vamos por un camino y de golpe se cruza con otro. ¿Qué hacer? ¿Seguir por el mismo o tomar el que se cruza?

No es fácil encontrar una respuesta. Ni tampoco es único el camino que elijamos para encontrar esas respuestas. Cuando hablamos de situaciones vitales, bisagras en las que la razón no alcanza a comprender las dimensiones sutiles que están presentes, en mi caso, suelo recurrir a ancestrales sabidurías. Esas sabidurías que se valoraban y festejaban en ritos paganos que reconocían los ciclos de la naturaleza y la fuerza de sus elementos. Como la noche de Walpurgis (o noche de brujas). Faun nos acompaña con su Walpurgisnacht.

Así, nos dejamos llevar por intuiciones y percepciones que resuenan en nuestro interior y nos dicen qué camino tomar. Dice la letra de la canción ‘al cielo del atardecer ascienden / esta noche, las sabedoras de magia’. Son como Hécate, que hace sentir su presencia en esa intersección de caminos y nos susurra qué camino tomar. En otro verso nos propone ‘y nos unimos, salvajes y libres / a esta antigua magia’. Esa magia que nos dará algunas pistas sobre qué camino elegir.

¿Qué es esta intersección? Si yo venía muy tranquila en mi camino, ¿por qué surge esta posibilidad de tomar otro camino? ¿Yo venía buscando un sendero nuevo? ¿Y si esta intersección conduce a otra bifurcación? La incertidumbre es caminar sobre el agua, como dije en un posteo anterior.

Este cruce de caminos, ¿estaba en mi mente? Tal vez tuve otros cruces y no me di cuenta que estaban allí; ignoré las señales; los árboles las tapaban; no estuve atenta, no presté atención a sincronicidades que me contextualizaban el camino. Pero esta nueva intersección está despejada: imposible no verla. Un evento bisagra en mi camino me obliga a detenerme y a decidir qué camino tomar. Ya no puedo seguir tranquila/o por el camino que transitaba. Sí puedo seguir el mismo camino, pero no sin antes decidir serena y voluntariamente que seguiré por ahí. O bien, decidir, serena y voluntariamente tomar el otro camino. Si no decido y elijo el piloto automático, volveré a cruzarme con otra intersección.

En estos cruces y bifurcaciones, Shinoda nos propone ‘Vive el momento presente y céntrate / sé una observadora intuitiva / y recurre a tu memoria. / Confía en tus presentimientos / y deja que la sabiduría te guíe.’

Buena decisión para seguir por el camino que tu intuición te diga!

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