En la primera entrada de este blog, me siento tentada de explicar el título. Mientras lo pensaba, recordé el libro Los viajes de Marco Polo (mi tío me lo había regalado allá por mi temprana adolescencia). En aquel momento, me llamó la atención que los títulos de los capítulos empiezan con ‘Donde se habla de …’, ‘ De la ciudad de…’, ‘De cómo…’, ‘Aquí se habla de …’. Y sin darme cuenta, ya el título de mi blog empezaba a parecerse a esos capítulos del viajero de la Edad Media.
Me gustaría hablar de viajeros y viajeras. O de nómades que hacen un alto en el camino y necesitan pasar un tiempo en una cueva para reponerse, para revisar lo aprendido, para decidir nuevas rutas. De peregrinos y peregrinas, vagabundos y vagabundas errantes, buscadores de aventuras, personas que caminan para huir o para encontrar, caminantes cuyo camino se hace al andar.
Y empecé por recordar a Marco Polo y sus viajes maravillosos, según el título con el que se lo conoció después. Y luego de Marco Polo llegaron a mi mente otras historias de viajes, otros y otras protagonistas, de distintos tiempos y lugares, con sus propios caminos y destinos. Esos relatos se basan en el camino y sus múltiples sorpresas, peripecias, encuentros, desencuentros. Iré reflexionando sobre esos otros viajes e itinerarios.
Entonces caí en la cuenta que estaba recordando libros leídos, en una memoria selectiva de libros sobre viajes, caminos y cuevas. Y reflexionar sobre travesías y postas -reales, ficticias, actuales, pasadas, propias o ajenas- será el camino de este blog. Reflexiones que construiré escribiendo, pero escribiendo sobre lo leído. No contradeciré a Borges quien dijo: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído” y para que quede claro, también dijo: “Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Es algo así como decir que somos lo que leemos (frase que también la leí).
Y creo que también somos lo que escuchamos. Por eso decidí acompañar este inicio con una canción de Loreena Mckennitt muy apropiada para esta primera reflexión: Marco Polo.
¿Seguimos caminando?