Nutrirse de las experiencias del camino
Somos en la medida que formamos parte de otros/as; que transitamos caminos que son propios pero que se cruzan con otros caminos.
Somos en la medida que formamos parte de otros/as; que transitamos caminos que son propios pero que se cruzan con otros caminos.
¿Te ha pasado que una enfermedad te obligó a cambiar completamente tu día a día, tus prioridades, tus proyectos?
Comprobar que ‘cuando estamos preparados, el maestro aparece’ en forma de una enfermedad, de una crisis familiar, del vértigo cotidiano.
La trayectoria vital que presentamos hoy es un testimonio motivador de una experiencia de vida que encontró en dar y darse el sentido del caminar.
En el camino de Alejandra hubo un momento en que tuvo que detenerse, desconocerse para refundarse y reconstruirse. En la entrevista nos cuenta con detalles esa trayectoria. Te invito a verla. Tal vez ayude a re-pensar algunas facetas de nuestro día a día.
Solemos enfocarnos mucho en los resultados y nos perdemos todo el proceso que nos transforma en el camino.
Dejar atrás los miedos y tomar el desafío de hacer eso que queremos hacer, antes de que se ese ‘después’ se convierta en ‘nunca’.
Las etapas del camino son dinámicas. Tenemos etapas en soledad, otras en compañía, otras en multitud. Cada una responde a un momento diferente en el proceso de caminar. Y cada una llega a su tiempo y es necesaria para pasar a la siguiente.
Hoy se ha perdido el sentido de lo que hacemos ya que no vemos un fin. El tiempo está tan atomizado que no hay una percepción teleológica de lo que llena nuestras vidas.
Caminar nos hace vernos a nosotros mismos y a nuestro entorno con otros ojos.