Meditar con mantras. Parte 3
El mantra OM.
Es probable que conozcas este sonido: el OM. Se trata de un mantra. Es un sonido que genera una vibración que nos pone en contacto con lo esencial en nosotros. Om es la palabra mística que pronuncian los yogis en meditación. Es el Símbolo de Dios y el sonido generador del Universo.
Om es el sonido por medio del cual lo Eterno es invocado en nuestro corazón. Pero para que ello ocurra es necesario poner esa intención cuando se recita el mantra. Hacerlo de manera mecánica y sin concentrarse no abre la puerta a sus efectos.
Su símbolo ya nos indica la profundidad de su significado. En su símbolo están representados los 4 estados de consciencia y el mundo de la ilusión.
El trazo marcado con el número 1 representa el estado de vigilia, la conciencia, el estar despiertos. Se asocia con la materialidad, estamos en uso de nuestro cuerpo físico y nuestros sentidos. En sánscrito, este estado de conciencia se denomina jagrat.
El trazo identificado con el número 2 representa el estado onírico. Corresponde al tiempo que estamos durmiendo y soñando. Se asocia con el cuerpo sutil. Cuando soñamos lo hacemos con un cuerpo inmaterial, no usamos los sentidos. Aunque en nuestro sueño ‘veamos’ algo, no lo estamos viendo con el sentido de la vista. En sánscrito este estado de conciencia se denomina swapna.
El trazo identificado con el número 3 representa al estado de sueño profundo (sushupti en sánscrito). En este estado la mente está en calma. No hay sueños, es el momento de descanso mental.
La parte del símbolo identificada con el número 4 representa al estado de conciencia pura (turiya). Es el sueño despierto, es la evidencia del Sí Mismo, es el estado trascendental, aquel que subyace a todos los otros, es la esencia, es la realización.
El trazo identificado con el número 5 es el mundo de la ilusión (maya). La ilusión es la que confunde, la que pone un velo para que no podamos ver con claridad. Si observas en el símbolo, maya está ocultando a turiya y es por eso que no llegamos al estado de conciencia pura hasta que no podamos vencer a maya, la ilusión.
El mantra OM encierra todo esto. Los estados de conciencia, el mundo de la ilusión, cuerpo, mente y estado puro. Representa el origen del universo a través del sonido primordial y por ello, el sonido primigenio que nos conecta con lo que es, con la esencia.
En sánscrito el OM está compuesto por 3 sonidos: A-U-M. Las letras AU se unen con un sonido similar a la O. Pero en esas tres letras también está la trinidad, cuerpo, mente y conciencia pura. Todo en un mismo sonido.
Al pronunciar el OM empezamos con los labios abiertos para poder pronunciar las vocales. Lentamente vamos a ir cerrando los labios para pronunciar la consonante. Entonces, también en ese movimiento de los labios estamos señalando que empezamos por lo externo para ir hacia dentro; vamos de lo manifiesto a lo profundo.
Todo esto está presente cuando recitamos el OM. Y hay más aún, pero no puede explicarse; tiene que experimentarse cuando prestamos atención a cómo vibra ese sonido en nuestro cuerpo, como nos conecta con lo sutil. Pero para ello, es necesario recitar el mantra con intención.
Ahora, entonces, te propongo que comiences a meditar con mantras. Y te invito a que empieces con el OM.
Toma tu mala (o tus manos) y entrégate a la meditación en el sonido primordial. Al principio puedes ayudarte con este enlace. Luego, ya podrás encontrar los momentos para meditar en este mantra en tu corazón.