Darse cuenta que caminar es dar(se)

La trayectoria vital que presentamos hoy es un testimonio motivador de una experiencia de vida que encontró en dar y darse el sentido del caminar.

Darse cuenta que caminar es dar(se).

En las trayectorias vitales hay momentos bisagra en los que nos damos cuenta que no nos sentimos plenos. Percibimos insatisfacción, vacío, inquietud, falta de sentido en lo cotidiano. Y buscamos bienestar con las herramientas que tengamos en ese momento. La búsqueda de estar mejor se traduce en la necesidad de encontrar placer en lo que hacemos. Y si no lo logramos, buscamos otro camino, seguimos explorando.

La entrevista que compartimos hoy en nuestro ciclo Caminos de (v)ida es un testimonio motivador de una experiencia de vida que encontró en dar y darse el sentido del caminar.

César González nos cuenta que siguió los pasos que se esperaban de él: tener un oficio, comprar su vivienda, casarse, ser buena persona. Pero la gran crisis económica de 2001 (en Argentina) lo hizo perder todo: su departamento, su matrimonio, su empresa. Sin herramientas en ese momento para gestionar sus emociones, pasó a vivir 10 años de excesos (‘livin la vida loca’ según sus propias palabras). Y en medio de ese vértigo, un diagnóstico de cáncer de su madre, le hizo darse cuenta que con esos excesos solo escondía sus emociones, no estaba sanando. Se inició entonces en retiros de meditación vipassana, se formó como facilitador de meditación, comenzó a guiar solidariamente a otras personas en armonización sonora con cuencos y gong. Hoy mantiene paz interior realizando instalaciones eléctricas y acompañando a quienes participan de sus encuentros de baños sonoros y meditación.

Su testimonio es motivador y nos anima a buscar nuestro propio camino a la plenitud en lo cotidiano.

Te invito a escucharla. Hay muchos tesoros en las palabras de César. ¿Cuál es el tesoro que encontraste?

Buen camino!

Compartir en:
Scroll al inicio